La música cristiana es de origen judío: la liturgia musical de la sinagoga, en particular el canto psalmódico de los judíos como unidad poética musical, fue un legado preciado transmitido del Israel antiguo al cristianismo primitivo, como forma de manifestar tanto a nivel personal como comunitario las creencias religiosas y la fe en Dios.
En el bar del recuerdo
Estoy solo sin pestañear
Qué será de ese tiempo
Que aquí nos miramos sin cesar
En el cine del barrio
El que fue nuestro lugar
Esta película me habla de ti
Y no puedo mirar
Oh no, oh, si te vas
Oh no, oh sí, te vas
Dime que va a ser de mi tanto tiempo
Dónde voy a guardar tu recuerdo
Oh, si te vas, oh sí, te vas
Tú cambias de aires
Tal vez cambies tu también
A mí me cambiarás por alguien
Yo no te olvidaré
Oh no, oh, si te vas
Oh no, oh sí, te vas
Estaré en un pozo sucio sintiendo
Poder verte sólo en mis sueños
Oh, si te vas, oh sí, te vas
No habrá más noches de risas
No se descubrirán más misterios
Las hojas callarán en los árboles
Y los colores se harán blanco y negro