La música cristiana es de origen judío: la liturgia musical de la sinagoga, en particular el canto psalmódico de los judíos como unidad poética musical, fue un legado preciado transmitido del Israel antiguo al cristianismo primitivo, como forma de manifestar tanto a nivel personal como comunitario las creencias religiosas y la fe en Dios.
He llorado mucho, siento dolor
Mi armadura se ha desgastado
Socórreme por favor
El ataque ha sido fuerte
Estoy herida no sé qué más hacer
Necesito escuchar tu voz señor levántame
No me quiero morir ahora
Queda mucho por recorrer
Me saludo y vuelvo a mi lugar
Tus Ángeles guerreros
Conmigo van
Jehová pelea
Pues en esta batalla sola no estoy
Yo sigo creyendo y confiando
Siempre estás a mi favor
Aunque mis enemigos me rodeen
Y me falle el que menos Pensaba yo
De mi situación tienes el control
Y me has hablado que por ti peleo yo
Jehová pelea
Muchas lágrimas he derramado
Pero hoy las voy sacando
Su poder se va perfeccionado en mi
Tengo que resistir
El enemigo tiene que huir
A mí diestra caerán mis enemigos
Jamás me vencerán
Yo estoy lista para la victoria
Pues por mí él va a pelear
Jehová pelea
Pues en esta batalla sola no estoy
Yo sigo creyendo y confiando
Siempre estás a mi favor
Aunque mis enemigos me rodeen
Y me falle el que menos pensaba yo
De mi situación tienes el control
Y me has hablado que por ti peleo yo
Jehová pelea