La música cristiana es de origen judío: la liturgia musical de la sinagoga, en particular el canto psalmódico de los judíos como unidad poética musical, fue un legado preciado transmitido del Israel antiguo al cristianismo primitivo, como forma de manifestar tanto a nivel personal como comunitario las creencias religiosas y la fe en Dios.
Estabilidad, quiero un poco más,
Vos sabes quien soy, ese es mi lugar,
soy de VIP.
Quiero un Rolls Royce, tu admiración,
No se como hacer pero lo alcanzaré,
soy de VIP.
No hagas planes sin pensar,
esta noche te irás.
Su vida en mi vida, me guía, yo encontré la vida
Que inspira, que abriga, su muerte trajo...
Cuánto hay que esperar, puedo arreglar,
Dígame cuanto es no quiero esperar más,soy de VIP.
Mi cultura, mi alta educación,
Hoy no puedo hablar, mi alma puede esperar,
soy de VIP.
No hagas planes sin pensar,
esta noche te irás.
Su vida en mi vida, me guía, yo encontré la vida
Que inspira, que abriga, su muerte trajo...
(Corazón de Dios elegí ceder,
para encontrar la vida)