La música cristiana es de origen judío: la liturgia musical de la sinagoga, en particular el canto psalmódico de los judíos como unidad poética musical, fue un legado preciado transmitido del Israel antiguo al cristianismo primitivo, como forma de manifestar tanto a nivel personal como comunitario las creencias religiosas y la fe en Dios.
Triste pensas en el final,
Al borde del abismo
Llorando tu infinito rencor .
De que te sirve recordar,
Un monento feliz , inalcanzable
Y tan lejano
Y mientras cae tu luz
Se enciende el dolor del adios
Golpeando en tus dias.
Un laberinto en tu piel,
Tu razon de ser,
No miras tu imagen de olvido.
Melancolia cruel de verte sufrir,
Sabiendo que el alma es una perla
Tan fuerte y tan fragil a la vez.
Volves y volvemos a llorar,
Tan ciegos de la vida
Que ya no ves a quien puede todo iluminar.
Y mientras cae tu luz
Se enciende el dolor del adios
Golpeando en tus dias.
El laberinto en tu piel
Se esfuma si ves
Que el lugar esta solo en cristo.