La música cristiana es de origen judío: la liturgia musical de la sinagoga, en particular el canto psalmódico de los judíos como unidad poética musical, fue un legado preciado transmitido del Israel antiguo al cristianismo primitivo, como forma de manifestar tanto a nivel personal como comunitario las creencias religiosas y la fe en Dios.
De Ti, Señor, nuestra vida nació
Que mi boca cante tu alabanza
Tú eres mi apoyo y refugio, Señor
Que mi boca cante tu alabanza
En Ti se alegra y canta mi ser
Que mi boca cante tu alabanza
Mi confianza está en tu bondad
Que mi boca cante tu alabanza
Te alabamos hoy, por tu poder
Te alabamos por tu bondad
Gloria a Ti, Señor, Tú, vencedor
Que me inunde tu gran amor
Que mi boca cante tu alabanza
En nuestras noches Tú eres la luz
Que mi boca cante tu alabanza
En nuestro andar brillas con claridad
Que mi boca cante tu alabanza
En nuestras pruebas la fuerza nos das
Que mi boca cante tu alabanza
Tú, en el combate, la roca y la paz
Que mi boca cante tu alabanza
Te alabamos hoy, por tu poder
Te alabamos por tu bondad
Gloria a Ti, Señor, Tú, vencedor
Que me inunde tu gran amor
Que mi boca cante tu alabanza
A los perdidos viniste a salvar
Que mi boca cante tu alabanza
Su corazón quieres Tú transformar
Que mi boca cante tu alabanza
En sus angustias clamaron a Ti
Que mi boca cante tu alabanza
Has escuchado su voz, oh Señor
Que mi boca cante tu alabanza
Te alabamos hoy, por tu poder
Te alabamos por tu bondad
Gloria a Ti, Señor, Tú, vencedor
Que me inunde tu gran amor
Que mi boca cante tu alabanza
Del enemigo me has hecho vencer
Que mi boca cante tu alabanza
Del agresor tú me has hecho triunfar
Que mi boca cante tu alabanza
Gracias Señor, esta es mi oración
Que mi boca cante tu alabanza
Siempre tu Nombre yo bendeciré
Que mi boca cante tu alabanza
Te alabamos hoy, por tu poder
Te alabamos por tu bondad
Gloria a Ti, Señor, Tú, vencedor
Que me inunde tu gran amor
Que mi boca cante tu alabanza