La música cristiana es de origen judío: la liturgia musical de la sinagoga, en particular el canto psalmódico de los judíos como unidad poética musical, fue un legado preciado transmitido del Israel antiguo al cristianismo primitivo, como forma de manifestar tanto a nivel personal como comunitario las creencias religiosas y la fe en Dios.
Si te vas, que me queda
Si te vas, cruel condena
He vivido atormentado, solo vivo desesperado
Si te vas no habra razón para vivir
Si te vas que me queda bella flor de primavera
Si te vas la soledad vuelve hacia mii
La cosas que quedan en casa
Solo me hablaran de tii
Y de noche no tengo consuelo
Esperando si no estas!
Si te vas que me queda bella flor de primavera
Si te vas la soledad vuelve hacia mi bis